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Gracias por leer mis relatos cortos. Magia, aventuras, fantasía... ingredientes que forman parte de estos relatos que han surgido de mi imaginación. Aventuras épicas en un mundo fantástico habitado por diferentes razas y numerosas criaturas. Todos estos relatos están relacionados, más o menos, con un libro que estoy escribiendo.

viernes, 15 de abril de 2011

UN ESPÍRITU DE METAL

                PARTE UNO

                 El pueblo de Llabtolyb está situado al norte del Reino de Nevah, donde se encuentra la bahía de Teukam, en el mar de Jekes y cruzado por el camino alto, ruta importante que sigue gran parte de la costa norte. Es una aldea tranquila y acogedora, con unos doscientos habitantes, más o menos, que viven de la pesca y del pequeño comercio, sobre todo de especias, tanto para la cocina como para la transformación de otros productos (según el tipo). Estas las cultivan en las tierras del interior, cercanas al lago de Enypla, que les proporciona el agua abundante que necesitan para su cultivo y la humedad del aire.
                 Normalmente, entrada la noche, todos los habitantes del pueblo reposan dentro de sus hogares para continuar sus tareas con la nueva salida del sol. Sólo unos pocos, en la taberna, todavía se pierden entre palabras mal construidas e incomprensibles y haciendo esfuerzos para aguantar el equilibrio por la mala digestión, del exceso de sevrek, en sus estómagos. Y digo normalmente por que un grupo de diez personas, de diferentes complexiones y edades, entre hombres mayoritariamente y mujeres, están reunidos en la plaza del mercado.
                 -¡Los tenemos que echar! - Dice uno de los hombres visiblemente irritado, gesticulando de manera impulsiva. Todos los demás, ante aquella afirmación expuesta tan enérgicamente, le dan su apoyo de manera incondicional.
                 -¿Tendríamos que esperar a que “él” llegara, no? - Preguntó una mujer de mediana edad, no muy alta y con un cierto exceso de grasas en algunas partes de su cuerpo.
                 -No hay que esperarlo- Afirma otro hombre alto y delgado. -Ya vendrá cuando pueda y si llega que el trabajo ya está hecho, todo eso que se ahorrará.
                La multitud estaba de acuerdo de no esperar. “Nos han traído la desgracia al pueblo” repetían continuamente y cada vez con el tono de voz más enojado. Así que empezaron a andar, cogiendo el camino que lleva a las afueras del pueblo, donde hay unas pocas casas aisladas. Sus pasos eran ligeros y el descontento era general entre todo aquel gentío. Muchos llevaban antorchas encendidas, palos y otros utillajes del campo y de sus rostros se desprendía una ira muy grande, que provocaba ese movimiento en contra de algo…, o de alguien…

2 comentarios:

  1. Unas descripciones muy prolijas. Parece que se prepara una cacería como la escena del pueblo reunido que marcha hacia la mansión de Frankenstein...

    Hacía mucho que no me paraba a leer algo tuyo, compañero.

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  2. Saludos Marcos, un gran placer volverte a ver por aquí. Tienes razón, mis descripciones son bastante largas, aunque espero que no sean excesivas y cansen a los lectores. Lo que pasa es que disfruto mucho describiendo, algunas cosas mas y otras menos según la inspiración. Lo de la escena de Frankenstein la has clavado, amigo, es una escena que me encanta y seguramente mi mente se inspiró en ella sin ser consciente. Como siempre gracias por tus comentarios.

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